Alimentar a un bebé puede ser, además de una satisfacción a una necesidad fisiológica, una experiencia de convivencia cercana y amorosa, y una oportunidad de relajarse, disfrutar juntos y divertirse durante este proceso.
La alimentación para bebé variará según los meses de vida que tenga, durante los primeros 6 meses la alimentación a pecho en esta etapa es el medio ideal de alimentar y nutrirlo debido a que lo protege y protegerá de enfermedades en el futuro. Pero como crece rápidamente, a partir de los 6 meses va a necesitar otros nutrientes por lo que es necesario incorporar nuevos alimentos, que conforme pase el tiempo, se irán acomodando a sus deseos de apetito , y por eso, es fundamental saber cómo debemos alimentarlo en cada etapa de su vida, para que crezca sano y feliz.
Muchas madres ansiosas de empezar a dar nuevos alimentos a su criatura, sin consultarlo con el pediatra, incluyen a partir de los 4 meses, complementos en su dieta. Sabemos que este momento es muy ansiado por toda la familia, pero antes de comenzar a dar cualquier tipo de alimento a nuestro bebé, debemos consultarlo primero con su pediatra. Es él quien nos dirá en qué momento se debe cambiar su nutrición y qué tipo de alimentos son los más adecuados para el recién nacido.
La Dra. Anielise Espaillat, reconocida pediatra dominicana nos dice:
El sistema digestivo en un recién nacido a esa edad, todavía no está preparado para digerir y absorber alimentos compuestos, ya que le falta desarrollar muchas de las enzimas necesarias para la buena digestión, además, hay mayores probabilidades de que desarrolle alergias. Con la introducción temprana de sólidos la lactancia puede verse afectada, ya que el hierro de la leche no se absorbe fácilmente con la presencia de otros alimentos, y el deseo de succionar puede disminuir.
La introducción de los primeros semisólidos tiene una función más de aprendizaje que de nutrición, pero la alimentación básica del bebé seguirá siendo la leche. Para poder probar otro tipo de alimentos los bebés deben tener el desarrollo adecuado que les permita aprender a empujar la comida con la lengua hacia la parte posterior de la boca y tragar.
Por lo que los primeros alimentos en ingresar a su nueva alimentación de manera paulatina, y cuando el pediatra te indique, pueden ser los siguientes:
·jugos de naranja o mandarina pero deben ser naturales y colados, a temperatura ambiente.
Yogur que es un alimento rico en calcio, debe ser entero, natural o de vainilla y estar a temperatura ambiente.
A temperatura tibia puedes darle y casi líquido, puré de manzana, guineo o pera pudiéndole agregar jugo de naranja. La fruta puede ser natural o cocida tipo compota, ya que aportan vitamas, proteínas, minerales, y fibras.
Un Una vez que el niño acepte bien las frutas se podrán incorporar a la dieta verduras como: Puré de papas, zanahoria, auyama.
En cuanto a los cereales, deberá iniciarse con cereales pre cocidos de arroz o avena, pero no antes de los 4 meses, porque tienden a no tolerarlos en forma adecuada produciéndose diarreas frecuentes y exceso de gases.
Dale un poco de agua después de la comida.
Debe tenerse siempre en cuenta que la alimentación con
sólidos es un proceso y que debe de iniciarse con pequeñas cantidades para incrementarlas diariamente. Al principio es muy común que rechace los nuevos sabores y que tarde mucho en comer solamente una cucharadita. No te olvides que tu bebito hasta el momento sólo sabe succionar y ahora tiene que aprender a comer, de modo que tendrás que armarte de mucha paciencia.
¿En qué momento del día puedo comenzar?
Puedes comenzar en general al mediodía, reemplazando una toma de pecho por una comida de los alimentos antes mencionados. Si no estás en casa a esa hora, puede ser a la tardecita o a la noche. Lo que sí importa es que tanto la mamá como el bebé puedan disfrutar de ese momento relajado y tranquilo.
Algo importante
Debes usar una cuchara pequeña, de bordes no filosos y tampoco muy profundos, que puedes adquirir en cualquier comercio que venda artículos para bebés. Queda claro que esta cuchara debe ser para su uso exclusivo.
Nunca debes guardar la comida que dejó para el próximo día. Para esto trata de calcular la porción que crees que va a comer. Si sobra no la guardes y cocínale de nuevo al día siguiente.
Lava, hierve y mantén tapados, todos los utensilios que utilizas para alimentar a tu bebé. Encárgate tu misma de verificar que no queden residuos de comida en ellos.
